Concepto
Un método sencillo de educación corporal cuyo objetivo
es encontrar el equilibrio y la libertad natural del cuerpo para
aprender a movernos con más facilidad; y que, una vez aprendido, no se
olvida
A partir de un estudio sobre la voz, a principios del silo XX, el actor
australiano Frederick Matthias Alexander creó la técnica que lleva su
nombre. La técnica Alexander no se presenta como una terapia, sino como
la enseñanza de un método de rehabilitación psicomotriz. Además, se
habla más de profesores que de terapeutas. La persona que desea
aprenderlo no lo hace en calidad de paciente, sino que expresa un deseo
de cambio.
Principios básicos.
El modo de vida sedentario y el estrés
suelen producir automatismos corporales inadecuados, como tensiones y
posturas incorrectas, fuente de dolores, cansancio, rigidez e ineficacia
respiratoria. En este contexto, la técnica Alexander propone un trabajo
sobre la forma de colocarse y de moverse, basado en el desarrollo de la
sensibilidad profunda (o propioceptiva). Se trata de tomar conciencia
de nuestra impaciencia por "querer hacer" y de reducir los automatismos
para evolucionar hacia un equilibrio armonioso. Durante este
aprendizaje, la antención y la intención se orientan hacia el
movimiento. La relación dinámica cabeza-cuello-espalda, considerada la
clave de bóveda del comportamiento postural, ocupa un lugar
privilegiado.
¿Cuáles son los efectos reconocidos?
Algunos estudios han
explorado la validez de la técnica Alexander para mejorar el equilibrio y
la capacidad funcional de personas afectadas por trastornos
neuromusculares, respiratorios o con dolores dorsales. Los resultados
obtenidos parecen positivos, pero sufren las consecuencias de la baja
calidad metodológica de estos estudios.
Indicaciones
La técnica Alexander enseña ante todo a adoptar una postura flexible,
a moverse con soltura y a reducir las tensiones en la acción. Está muy
extendida entre los artistas escénicos, porque les permite utilizar
mejor su cuerpo y su respiración. Varios conservatorios de música y de
arte dramático la incluyen en su formación Esta técnica ha sido
recomendada a personas afectadas de trastornos neurológicos (enfermedad
de Parkinson) o que sufren dolores de espalda. También puede mejorar los
problemas de equilibrio relacionados con la edad.
Sin contraindicaciones.
No parece que haya indicaciones
importantes para esta técnica, que se adapta a cada caso. Los
movimientos, lentos y suaves, pueden ser practicados por las mujeres
embarazadas y los niños.
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